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miércoles, 27 de abril de 2011

Gefe de la corte malandra ismael sanchez

Ismael Sánchez fue considerado durante su existencia y después de ella una especie de Robin Hood criollo, que robaba a los ricos para darle a los pobres. En la década de 1970 vivía en el barrio El Guarataro, parroquia San Juan, y estaba solicitado por los cuerpos policiales. Le decían “El Terror del Guarataro”.

Algunos vecinos suyos afirman que nunca asesinó a nadie, otros lo recuerdan como un hombre común que vestía de short y franela, de baja estatura, trigueño, gordito pero que jamás usó gorra ni lentes oscuros; características que contrastan con las figuras que le representan.

La muerte de Ismael es causa de diversas confusiones, de múltiples creencias y de inconmensurables controversias. Muchos afirman que su nombre real es Carlos Ismael Urbaneja, otros aseguran que simplemente se trata de un oficinista llamado Juan Francisco Carrillo, alias “Ismaelito”, el que hoy día veneran por equivocación.

Francisco Millán, fiscal administrativo del camposanto, asegura que Ismael no está en la tumba donde actualmente peregrinan sus devotos. “Nosotros manejamos libros de historias de este cementerio y sabemos cuál es el verdadero terreno donde está sepultado Ismael. Su deseo de siempre era que lo enterraran cerca de un barrio y así se hizo”, expresa. Al parecer unos santeros, hace más de 20 años, lo habrían fundado allí (relativamente cerca a la entrada del cementerio) para hacer más fácil el acceso al público.

Los vecinos cuentan que Ismael murió asesinado a puñaladas por el malandro Leo en la parroquia 23 de Enero, otra versión asegura que fue en un enfrentamiento con el PTJ “Chino” Jiménez en la carretera vieja de La Guaira. A un año de su muerte supuestamente se le apareció en cuerpo y alma a una señora mayor que padecía de cáncer y, después de aquello, ella fue curada milagrosamente de su enfermedad, desde entonces Ismael pasó a ser un mito espeiritual.